“Lo que vivimos con el coronavirus es una especie de ensayo de La noche en la Zona M”; Alberto Chimal

A la distancia el autor dialogó con bachilleres de Prepas UDG en la ceremonia de premiación del concurso Cartas al Autor

Para el escritor mexicano, Alberto Chimal, si en algo puede servir lo que ha escrito y las 15 mil 827 misivas que se recibieron en el concurso de Cartas al Autor, así como en el empeño de los profesores y organizadores del evento, que sea en que “las generaciones que vienen puedan hacer las cosas distinto a como hemos estado marcando tendencia, y yo ya podría morir en paz”, señaló el autor de La noche en la Zona M (2019), libro elegido para el certamen literario que cada año se realiza entre el Sistema de Educadión Media Superior (SEMS), la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) y el Fondo de Cultura Económica (FCE).

 

Lo manifestó así luego de confesar su preocupación por la crisis medio ambiental que se vive en el planeta, y de la cual se inspiró para narrar la distopía ambientada en la Ciudad de México en una realidad apocalíptica donde escasea el agua, el alimento e incluso el oxígeno. Ante la comparativa de lo que se vive frente a la pandemia de COVID-19 aseveró que “por desgracia lo que vivimos con el coronavirus es una especie de ensayo general de lo que se vive en mi libro e incluso de algunas otras catástrofes que están por suceder en el futuro. Me parece importante que hablemos de esto y no lo dejemos de lado”.

 

Ahondó en el punto y detalló que La noche en la Zona M quiere ser una advertencia “para que no tengamos que llegar a ese momento de querer voltear atrás y preguntarse por qué no hicimos nada. El tema viene de mi preocupación por la crisis ambiental que compartimos muchas personas y se ve claramente desde el siglo pasado”.

 

Durante el diálogo con bachilleres de Prepas UDG —que tradicionalmente se celebra en el marco de la FIL Guadalajara, no obstante ahora se efectuó de manera virtual—, el escritor de obras como Gente del mundo (1998), Éstos son los días (2006), Siete (2012) y La torre y el jardín (2012), agradeció a los organizadores y sobre todo a los docentes y estudiantes que leyeron el libro y le compartieron una epístola, pues dijo “Lo que uno hace como escritor es limitado, porque hay toda una industria de por medio, pero en realidad se concreta cuando alguien lo lee y lo hace parte de su vida. Esa experiencia no tiene sustituto y es alentadora. Por eso estoy muy honrado”.

 

Sobre la construcción de los personajes expuso que son reflejos de personas que han convivido con él a lo largo de su vida e incluso proyecciones de sí mismo, “los personajes fueron llegando al paso del tiempo. Hace años vi a una muchacha vestida como Cita arreglando un celular en una tienda de electrónica; esa imagen me gustó para ser un personaje. Celeste viene de otro cuento que escribí que se llama La segunda Celeste. Por otro lado me parecía importante que todas las voces fueran mujeres porque el futuro que se describe puede entenderse agresivo en el asunto del género y quería ponerlas ahí con esa fuerza”. 

 

Referente a la falta de inspiración para escribir comentó que con el tema del encierro y la pandemia se puede encontrar una persona con distintas reacciones que dan para todo: de bloqueo por el impacto que ha sido la enfermedad, mientras que en otros momentos se puede convertir en un desahogo que lleva a sacar esas ideas y sentimientos que deja la realidad.

 

Sobre la distopía agregó que “traté de hacer la novela lo más creíble posible, desde la clase de alimentos disponibles, las fuentes de energía, la organización social, las sociedades distintas… eso me llevó a estudiar las tendencias de ahora y extrapolarlas. El elemento más fantasioso es el de los troceados, que está inspirado y relacionado con los avances que se dan actualmente en la industria militar con los drones y la inteligencia artificial”.

 

Adelantó que tiene planeado hacer una segunda parte de la historia, ya que las posibilidades a las que se encamina la realidad son diversas y es viable avisorarlas.

 

Finalmente recomendó a los jóvenes interesados en escribir que no se desalienten cuando aparece un posible bloqueo, “al suceder eso es útil buscar esparcimiento en otras cosas, como: ponerse a ver una película, salir a caminar, escribir otra cosa, leer, limpiar, escuchar música. Al llevar la mente a otras cosas tarde o temprano llega la idea que destraba aquello que bloqueó todo”.

 

Esta es la vigésima edición del concurso Cartas al Autor. Cabe recordar que el primer lugar fue para José Antonio Martínez Duarte, de la Preparatoria 17, que escribió bajo el pseudónimo Crisantemo, por Buen Alberto; el segundo para Rocío Alvarado Sánchez de la Preparatoria 5, bajo el pseudónimo Planeta Tierra, por Alberto Chimal:; y el tercero Ximena Noemí López Montiel de la Preparatoria 7, con pseudónimo hopesdeath, por Para los idiotas…

 

Hubo tres menciones honoríficas que fueron para: Sarahí Ximena Valdivia Flores, de la Preparatoria de Lagos de Moreno, con Estimado Alberto Chimal; María Fernanda Hernández Ocegueda, de la Preparatoria 10, con Queridas Lucina, Sita y Celeste; y Eymili Virgen Rivera, del Módulo Encarnación de Díaz, por Al maestro Alberto Chimal.

 

Entre los planteles que destacaron por la mayor cantidad de escritos enviados se encuentran: la Preparatoria de El Salto, encabezada por la maestra María de Lourdes Torres Alanís; la Preparatoria 9, por la maestra Natalia López Madrueño y la de Tlajomulco de Zúñiga por la maestra Mónica Ayala Ocampo. Si desea revivir la ceremonia de reconocimiento con la charla con el autor visite: https://bit.ly/3a6Jd8w.

  • Boletín Informativo No. 21
    Víctor Rivera
    Miércoles 27 de Enero de 2021
    Guadalajara, Jalisco
    Fotografía: Jonatan Orozco